¿PUEDE MATARME UNA SESIÓN CON DMT?

¿LA DMT ME PUEDE MATAR?

 Recientemente, hemos conocido la noticia de la detención del actor porno Nacho Vidal, al estar involucrado en el fallecimiento de una persona -el fotógrafo José Luís Abad- durante una sesión con el sapo bufo alvarius. Enseguida, algunos medios de comunicación han dado la noticia, relacionando esta desgraciada muerte -literalmente- con la "molécula del espíritu" DMT. Sin embargo, probablemente por desconocimiento, no mencionan que la DMT se trata de una sustancia molecularmente diferente de la 5-MeO-DMT y bufotenina presentes en el sapo. 

 Además, es importante mencionar que, aunque los medios de comunicación hablan alegremente de una "sesión chamánica con el sapo", en este fatídico caso no se encontraban fumando bufo, sino que la sustancia que consumieron era 5-Meo-DMT puro.

 Como cabía esperar, tanto en los artículos periodísticos como en los comentarios de sus lectores, aparecen innumerables burlas hacia el actor o hacia la propia práctica chamánica. Esto es algo fácil de entender, dada la noticia, y dado que estas personas no tienen por qué saber nada acerca de la enteogenia.

 Sin embargo, a muchos psiconautas nos surge ahora la pregunta de ¿yo también me puedo morir en mi casa fumando DMT, aunque lo haya hecho ya cientos de veces antes?

Para responder a esto, me baso en los estudios del dr. Stephen Szára sobre la DMT, en los cuales se apoyó el dr. Rick Strassman antes de comenzar sus estudios en 1991, y que describe en la ya mencionada obra "DMT, la molécula del espítiru".

 La DMT no es una sustancia tóxica, no puedes morir envenenado por DMT. De hecho, está demostrada la generación endógena de DMT por parte de los humanos, por lo que no tendría sentido afirmar algo así.

 Puedes morir por una sobredosis de DMT, aunque esto es algo improbable. Es lo mismo que decir que puedes morir si bebes diez litros de agua seguidos. Por supuesto que morirías, pero eso no es una sobredosis de agua, eso es estupidez. La dosis letal de DMT es aproximadamente de 1gr/10kgrs de peso. Es decir, para una persona de 80 kilogramos de peso, la dosis letal es de 8 gramos de DMT. Nadie, absolutamente nadie, es capaz de fumar algo así sin desmayarse mucho antes. Por tanto, es algo que podemos descartar.

 Entonces, ¿cómo es posible que esta persona haya muerto durante una sesión con bufo? Esto podemos responderlo prácticamente de la misma manera si nos centramos en la sustancia que personalmente conozco, la DMT.

 Por supuesto, repito, no podemos olvidar que el caso que ha dado lugar a la noticia ha sucedido con alcaloides diferentes al nuestro; pero éste es un espacio dedicado a la "molécula del espíritu". En los últimos días, se ha aludido a la DMT desde los medios de comunicación, en referencia al triste fallecimiento de José Luís Abad. Es de justicia que defienda aquello que personalmente considero sagrado, del ataque ignorante por parte de pseudoperiodistas que tratan de desprestigiar la práctica del chamanismo desde una absoluta ignorancia, con el único objetivo de conseguir unos 'likes'.

LOS VERDADEROS PELIGROS DE LA DMT

 Esto sucede porque es muy diferente hablar de una sustancia, que hablar de la reacción que cada persona pueda tener a esa sustancia. Esto puede entenderse desde un punto de vista psicológico (entrar en pánico por la inexperiencia, o por tener visiones especialmente violentas, vertiginosas...), o bien se puede entender desde un punto de vista fisiológico (no todos los cuerpos tienen las mismas condiciones, ni respuestas químicas a un mismo estímulo).

 La DMT puede ser una sustancia peligrosa en determinados casos, y ésta es una condición que puede cambiar a lo largo de nuestra vida conforme cambia nuestro metabolismo. Además, incluso nuestro entorno puede influir a la peligrosidad de estas sesiones. Te explico cuáles son estos casos ya conocidos:

- La DMT tiene un efecto medible sobre nuestra tensión arterial. No es el mismo para todas las personas, ya que no es una reacción química por la sustancia, sino una reacción 'humana' o 'psicologica' a la experiencia en sí. Por tanto, hay personas a las que les aumenta la presión arterial, y otras a las que les disminuye. Por eso, tanto personas con hipertensión como personas con la tensión baja, pueden tener malas experienciasm con la DMT, al poder llevarle la sustancia a sus límites. Por supuesto, una persona con elevada tensión arterial estaría expuesta a una subida provocada por la experiencia en DMT. Por ejemplo, si en el peor de los casos, esta persona reuniese las condiciones adecuadas, podría sufrir un derrame cerebral o un ataque al corazón.

- Dosis elevadas de DMT pueden dar lugar a fuertes espasmos y convulsiones, que en ocasiones son tan fuertes que pueden llevar a un ataque al corazón. Contra esto, poco podemos hacer salvo tener mucho cuidado con las dosis, las mezclas con otras sustancias, e incluso la temperatura ambiente. No es algo habitual, pero es lo único a lo que Rick Strassman temía realmente durante sus experimentos. Sin embargo, él disponía de un equipo médico adecuado para afrontar una situación extrema. Por lo general, tú no gozarás de ese equipo en tu casa. El por qué sucede esto es algo que aún no se sabe.
 En mi caso personal, las únicas veces que he tenido miedo real con la DMT ha sido precisamente cuando me ha bajado la temperatura corporal en el momento justo de expulsar el humo/vapor, he sentido un enorme frío, y han aparecido esas convulsiones. Ahí sientes miedo, porque sabes que la posibilidad de un infarto es real. Esto es, amigo mío, lo único que realmente me da mucho miedo de la DMT, y por lo que me he planteado dejar de fumar -sobre todo, durante la propia experiencia, claro-.

- Personas con problemas de corazón no deben fumar DMT. Precisamente por lo que se deriva del caso anterior, la DMT puede llevarte a una situación en la que tu corazón sienta un enorme estrés, y pueden salir a la luz problemas que antes no conociese el sujeto. Esto es algo parecido a lo que sucede a algunos deportistas que mueren repentinamente en mitad de la práctica de su deporte. Estos deportistas -muchas veces, de élite- podrían ni siquiera conocer la existencia de un problema en su corazón justo hasta el momento en que éste se quebró. Algo así podría suceder, no sólo con la DMT, sino prácticamente con cualquier experiencia capaz de activar la química que lleve tu corazón a su máximo rendimiento.

EL RIESGO ES NECESARIO

 Nunca debes confiarte. Da igual que hayas fumado DMT miles de veces. Todas ellas han sido en diferentes circunstancias, y en todas ellas eras una persona más joven que ahora, y probablemente en mejores condiciones. Si realmente respetas esta práctica chamánica y quieres llevarla a cabo durante toda tu vida, mi consejo personal es que nunca pierdas la prudencia de las primeras veces. Ten siempre respeto a las dosis, y a las condiciones físicas y mentales en las que lo haces.

  En 'Las enseñanzas de don Juan', Carlos Castaneda nos habla de la mala relación que tiene el viejo chamán Juan con la llamada 'hierba del diablo' (hoy conocida como 'floripondio'). Don Juan explica que muchos chamanes utilizan esta planta como su principal aliado a la hora de acceder al mundo espiritual, y que ellos sabían del enorme riesgo que corrían cada vez que la consumían. Esta planta en concreto, tiene la característica de ser muy tóxica, y de que su toxicidad se distribuye de manera aleatoria desde la raiz a las hojas. Por tanto, al consumirla, nunca sabes cuán tóxica ha sido la dosis. Castaneda ponía el foco en el hecho de que estos chamanes veían en tal riesgo un factor positivo; un tributo a pagar por respeto; o mejor aún, una prueba de fe.

 Volviendo a la DMT; como psiconauta, yo conozco el riesgo de las experiencias que llevo a cabo. Todo tiene un precio, incluso la fe. Es algo que sé perfectamente, y de lo que trato de mentalizar a cualquiera que quiera experimentarlo conmigo. El acceso a lo espiritual no es gratuito, conlleva mentalización, rectitud, una alimentación correcta, una estabilidad física y mental, la preparación de un entorno adecuado, incluso contar con medios médicos de respuesta a una mala reacción... Y también hay que pagar un peaje. El miedo a que algo salga mal es un precio necesario para valorar -incluso temer- lo que estamos haciendo. El temor a Dios, ahora en un contexto psiconauta, adquiere sentido. Debemos temer lo que hacemos, porque el temor es preferible al respeto (como decía Chazz Palminteri en 'Una Historia del Bronx'). Por eso, todos nos seguimos poniendo nerviosos ante la expectativa de una experiencia en DMT, y da igual la experiencia que tengamos. Su fuerza es tan enorme que sabemos que cualquier circunstancia posterior es posible. Y aún así, algunos locos seguiremos surfeando en estas gigantescas olas psicodélicas y espirituales.

 Que descanse en paz esta persona que ha perdido la vida con el amigo Nacho Vidal. Desde aquí, quiero mandar mis ánimos y mi apoyo al compañero Nacho, pues sé de primera mano que sus intenciones son siempre honestas, y que nunca ha tomado estas experiencias a la ligera ni las lleva a cabo por motivos lúdicos. Es una tragedia que haya tenido que vivir algo así.

Espero que, al menos, el viaje haya terminado allí donde todos queremos llegar.

*Imagen perteneciente a DEPTHCORE.COM